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The Westin Lima Hotel & Convention Center

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Aloft Lima Miraflores

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AC Hotel by Marriott Lima Miraflores

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Hotel Paracas, a Luxury Collection Resort

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Palacio del Inka, a Luxury Collection Hotel, Cusco

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Tambo del Inka, a Luxury Collection Resort & Spa

Destinos con historia y futuro

Los países milenarios, como el Perú, no solo ofrecen su riqueza cultural. También brindan lecciones que tienen que ver con la forma en que los antiguos pobladores se vinculaban con la naturaleza y el entorno. Por eso, la sostenibilidad es una de las mayores preocupaciones de nuestros hoteles: sabemos que hay que mirar y respetar el pasado para asegurar el futuro de estos destinos únicos.

Paracas: destino histórico y cultural

Como territorio originario de una de las culturas precolombinas más importantes del Perú, Paracas es mucho más que un destino de playa y relajo. Su riqueza cultural está a la altura de sus paisajes costeros únicos. 
Paracas en la antigüedadEs increíble pensar que el mismo mar que baña la bahía fue la fuente de vida de antiguos peruanos hace miles de años. Se estima que los más antiguos pobladores de Paracas habitaron hace más de nueve mil años. Los estudios sobre su forma de vida demuestran que las culturas que surgieron, como la paracas, la topará o la nasca, tenían una especial relación con el mar. 
Los paracas llegaron a habitar parte de la costa sur del actual territorio del Perú, entre los años 700 a. C. y 200 d. C. aproximadamente. Se han encontrado restos arqueológicos a lo largo de los valles de Cañete, Topará, Chincha, Pisco, Ica y la desembocadura del Río Grande de Nasca. Su importancia radica en que la cultura paracas es considerada la primera sociedad compleja de la zona costera sur del Perú. 
Las investigaciones y excavaciones en la zona iniciaron en 1925 gracias al gran arqueólogo peruano Julio César Tello, quien encontró restos funerarios e incluso una necrópolis. Si bien el mundo inca y los sitios arqueológicos andinos concentran la mayor atención turística, estos restos al sur de Lima son otra manera de acercarnos a la sabiduría y la riqueza ancestrales que son tan características de todas las regiones del Perú. 

Patrimonio cultural

El Museo de Sitio Julio C. Tello está ubicado en la Reserva Nacional de Paracas y es una visita ineludible de este destino. En el año 2016, la institución reabrió sus puertas con una nueva infraestructura y una museografía diseñada por los premiados arquitectos Sandra Barclay y Jean Pierre Crousse, y en el 2018 obtuvo la distinción como Mejor Nuevo Museo de Latinoamérica otorgada por los Leading Culture Destinations Awards, en la quinta edición realizada en South Kensington Club, Londres.
El museo cuenta con nueve salas de exhibición permanente y una temporal que albergan 120 piezas, entre cerámica, tejidos y utensilios de la cultura paracas. Destacan los fardos funerarios que contienen restos óseos en notable estado de conservación. También hay cráneos deformados que evidencian las operaciones quirúrgicas conocidas como trepanaciones y demuestran el gran conocimiento de esta cultura ancestral en el campo de la medicina.
Las piezas más vistosas que nos ha dejado esta cultura prehispánica son sus textiles. El arte textil de los paracas es considerado uno de los más finos y sofisticados del mundo. El diseño, la calidad de las fibras y los pigmentos, la variedad de colores y las técnicas empleadas son extraordinarios. Trabajaban con telares y lana de vicuña o algodón; el tejido llegaba a presentar 500 hilos por pulgada cuadrada, sobre el cual se agregaban bordados con agujas. Los colores, producto de pigmentos minerales y vegetales, se han conservado casi inalterados. 

Paseos arqueológicos

Como destino, la bahía no solo ofrece el descanso de sus playas o del Hotel Paracas, a Luxury Collection Resort, o la inmersión en la naturaleza desértica y costera. Desde Paracas, pueden planearse varias visitas culturales y una ruta arqueológica que abre la puerta a un nuevo entendimiento del país ancestral. 
El Candelabro de Paracas es un famoso geoglifo (figuras dibujadas en laderas de cerros o planicies) que se encuentra en una suave colina de arena a la que puede llegarse por bote en dirección a las islas Ballestas. Su forma de candelabro encierra uno de los misterios de la historia del Perú, pues el dibujo jamás se ha borrado de la arena a pesar de los fuertes vientos de la zona. 
Además, existen muchas teorías sobre su origen. Una de ellas es que el geoglifo de Paracas fue hecho por los mismos antiguos habitantes que hicieron las líneas de Nasca. Y justamente ese es otro de los misterios del desierto sur peruano. Un poco más al sur –a distancia perfecta para planear un paseo de un día desde Paracas–, están los famosos geoglifos de Nasca: inmensas figuras, cuyo tamaño puede alcanzar los 275 metros de longitud, que yacen en el suelo de uno de los paisajes más áridos del mundo. 
Las líneas de Nasca se extienden por una superficie de más de 500 kilómetros cuadrados y deben apreciarse desde la altura, ya sea en el mirador instalado en la zona o desde una avioneta. Entre sus geoglifos figurativos, destacan los que hacen referencia a la naturaleza, como el colibrí́, el perro o la araña, pero se incluyen también formas que no encuentran referentes en el mundo real y que probablemente reflejen el universo sagrado de la cultura
Finalmente, muy cerca, en la provincia de Pisco (a una hora en automóvil desde el hotel Paracas), se encuentra Tambo Colorado, el sitio arqueológico de adobe mejor conservado del Perú inca. Allí puede apreciarse el edificio que está apoyado en la falda de un cerro, que se organiza en torno a un gran patio rodeado de cerca de 30 recintos. Los muros están pintados con los colores rojo, amarillo y blanco, decorados con hornacinas y vanos trapezoidales, además de frisos decorativos. En algunos lugares, todavía se pueden encontrar evidencias de postes de madera de huarango que sostenían los techos de paja y adornos que solo eran usados por los incas en edificios de gran importancia, como Coricancha y Machu Picchu.
Así, una visita a Paracas es la oportunidad para entender la mística del desierto al borde del mar, que inspira desde hace miles de años. Y el Hotel Paracas, a Luxury Collection Resort es el mejor punto de partida para conocer este destino, con experiencias diseñadas para sumergirse en su naturaleza y su historia.  

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