Rituales para fin de año 

Terminar bien el año es tan importante como empezarlo con el pie derecho. Y el Perú ofrece distintos destinos y planes para despedir el 2023 y empezar el 2024 con la mejor energía. 

Cusco: Wellness ancestral

En la ciudad inca, el concepto tradicional de bienestar está ligado a la sabiduría ancestral. Por eso, los tratamientos contemporáneos se impregnan de la mística de un pueblo que vive muy en contacto con la naturaleza. Palacio del Inka, a Luxury Collection Hotel, Cusco y Tambo del Inka, a Luxury Collection Resort & Spa, Valle Sagrado ofrecen sus versiones de wellness diseñadas a la medida de estos destinos extraordinarios. 
 Espíritu de los Andes Considerado un hito histórico y cultural del Cusco, Palacio del Inka es una mansión de cinco siglos de antigüedad que se ubica en pleno centro de la ciudad, amparado por el vecino edificio del Coricancha, el Templo del Sol. Aquí, entre muros incas, balcones coloniales y la exquisita decoración de la casona, Andes Spirit Spa se ha propuesto brindar una experiencia única de bienestar en las alturas.
Sus terapias están inspiradas en las culturas milenarias del Perú y se basan en la riqueza de los ingredientes locales, pero también recogen lo mejor de los conocimientos mundiales de salud y bienestar. Así, tiene tratamientos clásicos que incluyen varios tipos de faciales (desde purificantes hasta hidratantes, para proteger a la piel del clima seco andino), reflexología podal (ideal después de una caminata por la ciudad) y masajes terapéuticos con distintas técnicas.
También cuenta con opciones para parejas. Uno de los tratamientos más recomendados es Romance Inti & Killa: 150 íntimos minutos que hacen un homenaje al sol y la luna (traducción al castellano de las palabras quechuas), con un circuito termal, exfoliación y envoltura corporal, masaje relajante, botella de espumante y fresas bañadas en chocolate.
El spa tiene una serie de terapias de lujo, que usa aceites, esencias y productos ancestrales cusqueños y peruanos. Está el tratamiento Tentación de Chocolate, en el que el cacao peruano es el protagonista y la clave para revitalizar la piel y estimular los sentidos. Incluye un circuito termal, exfoliación corporal con cacao y bambú y envoltura corporal de chocolate. Otros tratamientos que destacan son Destellos de Oro: una sofisticada terapia inspirada en los tesoros del inca, que incluye circuito termal, exfoliación corporal y envoltura corporal en oro de 24 quilates; Baño del Inka: un baño renovador que transporta al Río Sagrado gracias a la tina de hidromasaje con sales marinas que se complementa con un masaje de piernas; y Quinua de los Andes: una exfoliación con el grano más famoso de los Andes, que es una intensa fuente de proteínas para la piel.
Andes Spirit Spa posee una serie de opciones específicamente locales, con productos y técnicas nativas. Samay Inka es un masaje energético que recoge las técnicas y los rituales ancestrales del Perú andino y que favorece la relajación, la armonía y el equilibrio. Fango del Inka es un vigoroso tratamiento a base de fango peruano que descongestiona, estimula y normaliza las funciones vitales de la piel. Finalmente, Renovación en los Andes propone un circuito termal, masaje con piedras calientes y exfoliación corporal, para recordar que los antiguos pueblos del Perú solían curar todos sus males con lo que la naturaleza les brindaba.

Fortaleza interior

Uno de los destinos con más energía natural de Sudamérica es, sin dudas, el Valle Sagrado de los Incas. Allí, en medio de las montañas y acompañado por el susurro del río Vilcanota, tiene lugar uno de los spas más completos y sofisticados del Cusco. El Kallpa Spa de Tambo del Inka incluye tratamientos basados en las plantas y la sabiduría de la zona. 
Kallpa es una palabra quechua que significa “fortaleza”, algo que tiene mucho que ver con el concepto de las experiencias de bienestar del spa, que reconoce, desde su diseño hasta su carta, el poder del paisaje alrededor.  
Además de faciales que privilegian la purificación, la luminosidad y la relajación de la piel, es muy grato el uso de productos como frutas y aceites locales. El spa tiene un circuito de hidroterapia muy completo y una carta amplia de masajes y detox. 
Munay Uya es un tratamiento medicinal de belleza andina que invita a sumergirse en un ritual holístico con elementos como la arcilla y gemas preciosas del Valle Sagrado. También encontramos terapias de lujo, como el tratamiento Oro de los Dioses, que potencia la luminosidad y la regeneración gracias a este metal sagrado para los incas. O el Elíxir de Piedras Preciosas, que emplea amatista, zafiro, rubí y malaquita para otorgar armonía y equilibrio energético a través de formulaciones con el concepto zen.  
Dentro de las opciones que más destacan por apelar a todos los sentidos están las terapias con cacao de Quillabamba (una preciosa zona en la Amazonía cusqueña), quinua, néctar de frutas con miel, y hojas de coca, que evoca un ritual milenario basado en insumos andinos que se complementa con muña y sal de Maras, que induce a una auténtica experiencia andina. 
Un tiempo en pareja puede volverse aún más especial con Iskay Sonq’Oy, una cálida terapia de bienestar a base de rituales de agradecimiento y de unión, que incluye un ritual de unión andina, baño con sales aromáticas y masaje relajante con aromaterapia. En suma, el poder curativo de la naturaleza, sumado a los conocimientos heredados de los antepasados de estas tierras, aporta una mirada wellness y agradecida, un viaje de por sí memorable.